Veinte

Hace unos meses comencé a cuestionarme mucho sobre si cada decisión que tomo es realmente la correcta. Aunque siendo honestos, ¿qué es una decisión correcta?


Hoy cumplí veinte años y desde que tengo memoria siempre he sido una persona muy curiosa con muchos intereses y con un deseo inquietante por querer superarme y ser el mejor en cualquier cosa que hiciera.

Recuerdo con mucho aprecio que cada que le decía a mi mamá a lo que me iba a dedicar (una cosa nueva cada vez) siempre me decía: “Está bien, pero siempre sé el mejor en lo que hagas”.

Esa frase se ha mantenido conmigo desde ese entonces y cada que emprendo algún proyecto o estoy a punto de tomar alguna decisión importante, siempre viene a mi mente “sé el mejor en lo que hagas”.

Por mucho tiempo he procurado ser el mejor en cada cosa que hago y me pongo metas muy ambiciosas:

Si bien mi ambición y deseo de superarme me han llevado a lograr cosas que nunca creí que lograría a mis ahora veinte años, muchas veces he creído que estos esfuerzos y logros no van hacia ningún lado en concreto.

Incertidumbre. Así le llaman. Y he tenido que aprender a convivir con ella. Pero lo que en algún momento fue mi más grande inquietud, poco a poco se convirtió en una de mis más grandes amigas.

Todos, todos los días, todo el tiempo tomamos decisiones. Decisiones que podrían afectar de alguna manera nuestra vida. Pero ¿cómo se cómo afecta realmente? No sabes.

En un principio la incertidumbre de no saber cómo afectaría cada una de mis decisiones me abrumaba, pero comencé a entender que no se trata del resultado de tu decisión, sino sobre qué decisión tomas después y qué aprendes en el proceso.

Comprender esto me cambió por completo.

Estoy seguro de que no soy ni seré la mejor persona haciendo X o Y cosa. Pero de lo que sí estoy seguro es de que seré la mejor persona tomando decisiones todos los días que construyan poco a poco mi camino hacia ese lugar incierto que tanto disfruto construir y que tanto disfrutaré una vez esté terminado.

Eso es la incertidumbre para mi. Una oportunidad para construir ese camino que tanto deseas con pequeños pasos de los que seguramente no conocerás el resultado, pero que te enseñarán algo para que la siguiente decisión que tomes, te acerque cada vez más a ese gran objetivo final:

Ser el mejor en lo que hagas.